Después del castigo mi mente queda impregnada del recuerdo, en mi cuerpo se quedan dibujadas tus marcas, y las sabanas revelan los estragos del encuentro, mi llanto es silenciado por tu beso, por tus manos consoladoras, de súbito las paredes guardan nuestro secreto, tu respiración jadeante se aproxima a mi piel, erizándola y haciéndome sentir mujer, nuestras manos exploran el terreno amado, el paraíso perpetuo y el deseo se vuelve real, y la pasión se hace presente.
DELICIOSO, COMO TÚ !
ResponderEliminarToño