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jueves, 7 de diciembre de 2017

Uldan: Deseo(Sexta Parte)

Nota: El siguiente escrito es un Fan-Fic basado en el anime (serie animada) de “Minerva no Kenshi” también conocida como “Fencer of Minerva” que a su vez está basada en las Crónicas de Gor.


Uldan: Deseo(Sexta Parte)


-Veo que obedeciste- Dijo mirando la piel desnuda de su esclava que se encontraba semiacostada- Es una pena que haya sido Iyari quien te lo recordará, esas cosas deben ser prioridad para ti, no deberían recordarte

Neferet bajo la mirada.

- Recibiste un castigo de un guardia; como prometí tendrás otro castigo, colócate boca abajo y extiende bien las manos y piernas junto a los pilares de la cama- la joven dudó unos segundos, pero obedeció, estaba segura que no había escapatoria - Muy bien

Enki ató a la joven a cada uno de los pilares, esperó y observó unos instantes mientras la piel de su esclava se contraía por temor, recorrió su mano por las marcas dejadas por el látigo; no había cometido una falta grave, pero sabía que debía cumplir su palabra y disfrutar castigando a su esclava.  

-Comencemos, dime tu falta
-Ya la sabes
-Quiero que me la digas
-¿Por qué?
-Porque deseo escucharlo y te lo estoy ordenado
-No
-Eres muy testaruda, muy bien, mientras no admitas tu falta el castigo no habrá comenzado
- ¡Vaya amenaza!

Enki se desabrochó el cinturón y comenzó a azotar fuertemente las nalgas y muslos de su esclava
-Dijiste que no comenzaría ¡Eres un mentiroso!
-No ha comenzado, el castigo por tu rebeldía matinal constará de 50 azotes con mi mano, pero esto es una corrección por negarte a una orden de tu Amo- Dijo mientras continuaba azotando a Neferet
-¡Eres un mentiroso!
-Nunca te he engañado

Los azotes seguían cayendo, Neferet intentaba escapar de ellos sin conseguir resultados, su cuerpo se tensionaba y sus lamentos eran cada mes más audibles.    

- ¡Por favor! Lo diré
-Te escucho
-Estaba en los jardines, al parecer en los límites de esta propiedad, un guardia me ordenó retirarme, le dije que no estaba haciendo nada malo, en ese momento los guardias que estaban junto a él me capturaron y comenzaron a latiguearme, iba a protestar, pero no me atreví, el dolor del látigo nunca lo he soportado, me aterra
-Muy bien, comencemos con tu castigo

Enki desató con su espada las cuerdas que sostenían a su joven esclava, la cual no se atrevió a moverse

-Colócate en cuatro y levanta tu trasero lo más alto que puedas, no te atrevas a moverte o iniciaremos nuevamente

Neferet obedeció, se encontraba demasiado adolorida como para intentar algo, además 50 azotes no le parecían gran cosa, el primer azote se impactó con gran fuerza, tanta que la joven creía sentir mayor dolor por las manos de Enki que por su cinturón.

-Perdón ¡No puedo más! Duele demasiado
-Si recién comenzamos con el castigo

Enki continuó descargado con gran fuerza los azotes, alternando cada uno por sus nalgas y muslos, esperaba un tiempo entre cada uno para provocar que su esclava se estremeciera. En los últimos 10 azotes Enki se percató que el sexo de Neferet se encontraba húmedo.

-Estas disfrutándolo

En ese momento la joven se ruborizo y trato de retirarse, pero Enki había deducido sus reacciones y la había sujetado de la cintura.

-Recuerda que no debes moverte, si no te hubiera sujetado tendríamos que haber iniciado nuevamente y no deseo eso, pero al parecer tu cuerpo si lo desea
-No
-No tiene caso mentir

Enki deslizó su mano derecha al sexo e la joven y con movimientos suaves y rítmicos la comenzó a masturbar mientras que con su mano izquierda seguían con la tarea de castigar el trasero de su desobediente esclava. Los gemidos de Neferet eran cada vez más fuertes e intentaba contener esas muestras de placer mordiendo las sabanas.

-Hemos terminado con tu castigo- Dijo sin dejar de masturbar a su esclava- Ahora, si deseas mayor placer deberás pedírmelo
-Sigue
-Eso es una orden, me refiero a que deberás pedirme tu collar
-Jamás
-Como gustes

Enki se abalanzó hacia Neferet colocándola boca arriba, mordisqueaba sus pezones, su cuello, sus oídos, cada centímetro del cuerpo de la joven era masajeado o torturado por aquellas manos tan hábiles, pero cuando creía desbordar de placer Enki volvió a detenerse.

-No te permitiré llegar a menos que me ruegues por ello

Enki volvió a torturar con placer y dolor el cuerpo de la joven, la cual se encontraba ruborizada y con la respiración demasiado agitada.

-Eres muy cruel
-Sí, lo soy… ¿Me lo dirás?
-No
-¿Ahora quien es cruel? Solo te estas torturando a ti misma y a mi
-Entonces dámelo
-Eso no va a pasar a menos que ruegues convertirte en mi esclava

Neferet no soportaba la tortura, se encontraba cansada y frustrada, su sexo palpitaba con fuerza, sus pezones se encontraban tan erectos que le provocaban una ligera sensación de dolor y su estómago se sentía aprisionado como si le hubiesen dando un fuerte golpe, lo más extraño era esa sensación de ferviente deseo, sin embargo, no podía aceptar aquellas emociones y mucho menos a costa de perder su libertad.

-No te resistas, a pesar de tus falsas esperanzas, te guste o no, permanecerás bajo mis ordenes
-No
-Como desees

Enki la tomó por las muñecas y la condujo a una silla alta, amarró sus piernas para que quedaran lo más separadas posible y ató sus muñecas a lo alto de la silla para que quedaran muy por encima de su cabeza.

-Te quedarás ahí, el tiempo que sea necesario

Neferet solo podía sentir la humedad de su sexo recorriendo sus muslos, y la palpitación de todo su cuerpo, aquel ardor le provocaba una infinita sensación de placer