Desde muy temprano
habíamos quedado para vernos, la semana había estado llena de estrés y
responsabilidades, solo deseábamos pasar un buen rato; teníamos el día lleno de
actividades, en la mañana disfrutamos en el campo, relajándonos caminando por
el rio y apreciando los hermosos paisajes de aquel lugar; más tarde me llevaron
a la ciudad, a un sitio en donde deseaba degustar unas frutas de temporal,
paseamos por las calles, comimos y nos dirigimos a casa de unos amigos, ahí
comencé a provocarlos, más bien me esforcé más en provocarlos, era una
situación vainilla, sin embargo no me importó, comencé a realizar pequeñas o
quizá grandes travesuras; me aproveché de aquella situación en donde me sentí
intocable y así fue mientras estuvimos en aquella casa; por fin se hizo de
noche, al retirarnos noté el ambiente ligeramente distinto pero decidí ignorar
aquella sensación, ya era muy noche y al día siguiente nos debíamos alistar
para trabajar, por lo tanto vi imposible iniciar un juego, en eso acerté, no
hubo tiempo para juegos, solo para un castigo.
Sentí la mano de
Rowan oprimiendo mi oreja
R- ¿Por qué te
comportaste así?
E- Porque quise- En
ese instante sentí un dolor insoportable- Me duele mucho, suéltame
R -Si te duele es
porque desde la mañana te has comportado de manera inadecuada ¿Vas a pedir una
disculpa?
E- No
R- ¿En verdad
continuarás siendo así de malcriada?
No hubo respuesta.
A- Conozco un lugar
cercano donde no pasa casi nadie, podemos ir ahí para castigarla
R- Muy bien- Dijiste
quitándote el cinturón,
Llegamos rápidamente
a un callejón oscuro, conocía perfectamente aquel lugar, no era la primera vez
que lo visitamos para llevar a cabo un castigo; Amel detuvo el coche; no me
importó, estaba convencida de que me saldría con la mía y nos iríamos después
de un regaño.
R- ¿Qué prefieres?
¿Qué el castigo sea aquí en el carro o bajarte y colocarte cerca de ese árbol?
E- Prefiero que nos
vayamos a dormir-Dije entre risas
A-No es momento de
juegos
R- Te hice una
pregunta ¿No la piensas contestar?
E- Es muy noche y no
quiero
A-Debiste pensarlo
mejor- Mencionaste con una leve risa que me hizo entrar en un estado de reto,
en donde yo sería la ganadora
R- Muy bien, bájate
del carro y ven aquí atrás conmigo
Dudé un momento,
pero decidí complacer esa orden, con la esperanza de recibir unos cuantos
azotes y terminar rápido.
Me recargué sobre
uno de los respaldos y esperé. Fueron 10 azotes con el cinturón, todo había
terminado.
R- ¿Qué aprendiste?
Odié con todo mi ser
esa pregunta.
E- Que tengo sueño y
me quiero ir- Dije burlándome
R- Muy bien ¿Qué
más?
E- Nada
R- ¿Nada?
E- Si, nada ¿Estás
sordo?
A-No te conviene
seguir así
R- Vuelve a ponerte
en posición
E- Oblígame- No hizo
falta más, me tomaste del brazo y con facilidad me volviste a colocar, otros 15
azotes cayeron en mis nalgas y está vez me hicieron gemir suavemente por el
dolor.
R- ¿Aprendiste?
E- Si
R- ¿Qué aprendiste?
Hice un gesto de
desaprobación ante la humillación que sentía y en tu tono apenas audible me
referí a ti y a la situación con groserías
R-¿Qué dijiste?
E- Si escuchaste no
tiene caso que me lo preguntes –Contesté molesta
Sin decir nada
bajaste del carro, dejando la puerta abierta, tomaste una rama del árbol más
cercano y te quedaste fuera haciendo algunos arreglos.
R-Veamos quien
aguanta más, si la vara o tú
E-Obviamente yo-
Dije riéndome y desafiándote con la mirada
Efectivamente, esa
vara improvisada se rompió a los 4 azotes, reí descaradamente cuando eso
sucedió.
A-Rowan toma el
cepillo
En ese instante,
sabía que las cosas escalarían, ese odioso cepillo de plástico lo conocía muy
bien, pues es uno de los implementos predilectos de Amel cuando no hay tiempo
para largos castigos.
E- No, no quiero
A-Muy tarde
R- Gracias Amel
Rowan me colocó a lo
largo de los asientos, me tomó por la cintura y comenzó a castigarme con aquel horrible
cepillo, mientras me regañaba por mi mal comportamiento.
R- Te has portado
muy mal, eres una niña malcriada y grosera, no estas siendo sincera y eso me
molesta
Sin pensarlo levanté
mi mano derecha y en esa posición me atreví a lanzar una nalgada a Rowan, no
hubo más regaño, solo una lluvia de fuertes y sonoros azotes.
A-Azótala más fuerte
Rowan acató aquella
petición y los azotes incrementaron en fuerza y velocidad, solo pude reaccionar
dando otra nalgada.
R- Te atreviste a
darme otra nalgada- Exclamaste mientras otra lluvia de azotes caía esta vez
sobre la parte alta de los muslos
E-¡Me duele mucho!
¡Ya aprendí!
R- ¿Qué aprendiste?
- Preguntaste mientas me seguías azotando
E- Ya no seré
grosera
R- No te creo
Los azotes siguieron
cayendo en aquella zona tan estratégica
E- En verdad lo
siento, no debí molestarte, no debí de ser grosera con ustedes, en especial
contigo, perdóname por favor
Te detuviste, me
abrazaste y me besaste.
E- Lo siento
R- Estoy algo
molesto contigo
Esa frase me partió
en dos, me encontraba verdaderamente arrepentida, para ellos no había sido un
juego.
E- Por favor
castígame hasta que me perdones completamente, prometo no moverme, me portaré
bien
R- Colócate
Me volví a acomodar
recostada sobre el respaldo del asiento, sentí el cepillo y después tus manos,
no sé cuántos azotes recibí, pero solo podía pensar en no moverme.
R- Listo
E- En verdad lo
lamento
Esa noche la pasé
meditando, había sido muy injusta con ambos y mi trasero lo recordaría unos
cuantos días.
Mmmmm, so nice.
ResponderEliminarxx
Thanks :3
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