No existe el “juntos por siempre” y si existiera me gustaría
teñirlo de todos los matices del infinito, enmarcado en gotas de ámbar, mi voz de acelera, pierdo el aliento, me he
enamorado de una sonrisa borrosa, de tu cuello de cisne, de tus besos
recorriendo mi cuerpo mojado.
Huir, caer, saltar al vació cuándo caigas y de esa forma
hacer menos dolorosa tu caída, pues tengo la fuerza suficiente para reunir mis
fragmentos y transformarlos en algo más bello.
Espero el día, cuando encuentres un momento en el que exista
y me necesites sin razón aparente.
Pasa, definitivamente pasa y a veces es mejor caer y sentir dolor por un rato que condenarte a vivir a lado de alguien que siempre te va hacer sufrir.
ResponderEliminarVioleta masoch.
A veces el cazón no escucha nada que no sean los besos de la amada.
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