Querido diario: Una fiesta inesperada (Parte 2)

Vaya fiesta!! Sin duda la mejor (hasta el momento).

Pero; lo que me hace resoplar y que me tiemblen las manos es, Alejandro... Que caricias, que besos; me estremece la forma en que sus manos recorren mi cuerpo y como estruja con fuerza mi piel, como se ahonda en mi boca y la mordisquea con pasión, sin duda lo amo... o eso creía.

Al terminar aquella épica celebración, Stella se quedo y me ayudo a eliminar todo rastro de aquel evento, la casa debía quedar perfecta; así, mi padre no se enteraría de lo sucedido.

Cuando todo quedo en su lugar; subimos a mi habitación, me desvestí para ponerme mi ropa de cama y antes de poder hacerlo Stella apretó su mano contra mi pecho besando de súbito mis labios; quede petrificada por unos instantes, pero conforme su beso exploraba mi boca, reaccioné devolviéndole las caricias por su nuca. Fue un instante y todo volvió a la normalidad; pero ahora, esta confusión se apoderó de mí.