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domingo, 7 de septiembre de 2014

Dublín: Las cartas que juega ¿El destino o las hadas?

Fotografía por: Evelyn Mayfair

Era realmente tarde cuando descendí del avión; el autobús, el metro, la espera en el aeropuerto, las horas de vuelo, el conjunto de ello sumaba más de 7 horas, me encontraba cansada, sin embargo estaba excitada; tomé el autobús que me conduciría a un colegio cercano a mi hotel.

Sería, alrededor de las 2 de la madrugada cuando entre por vez primera a ese hotel, no estoy segura de que nombre ponerle a ese lugar, era pintoresco, juvenil... No tenía la fuerza para ver los detalles; solo busque entre las 10 camas la mía “!Vaya…!” fue lo único que se me cruzo por la mente al ver las nueve camas desordenadas, solo 3 con habitantes profundamente dormidos...

Al día siguiente caminé por la ciudad, con el peor guía turístico, el tour se dividía por idiomas, realmente deseaba ir con los de habla inglesa, después de todo, eso forma parte de la experiencia  de viajar. Sin embargo, ese grupo estaba cerrado y al tener como segunda lengua otro idioma, me colocaron con un guía Español ¡Qué horror! Debo admitir que era agradable, conocía bien la ciudad, gracias a él no me perdí en los días que restaron, pero en cuanto a historia de la ciudad !Yo sabía más que él! 

Al anochecer retomé otras actividades, una en donde las historias de un pueblo místico eran las protagonistas, en donde la lluvia nos acompañó desde el bosque hasta el mar, en donde por vez primera pude hablarle a esa hermosa y mística mujer, que me arrepiento de no seguir.


Un autobús me esperaba para llevarnos a “Cliff of Moher Tour” Fue una gran experiencia. Caminar entre sublimes ciudades, torres y castillos, mirar al vacío desde lo alto percibiendo el aroma salino en todo el cuerpo; Nos dieron dos horas para recorrer el lugar, naturalmente corrí como una niña pequeña, sintiendo que volaba entre la suave hierba, observando las majestuosas estructuras.

Me desperté de madrugada, alrededor de las 3. No era algo nuevo, desde que había llegado a ese hotel había sido de esa forma, no dormía bien, pero era de esperarse cuando convives con 10 personas en un cuarto. Eso me tenia sin cuidado, mi emoción era todo lo que ocupaba mi mente, mi respiración se encontraba acelerada, al igual que mi corazón, sentía que se podría salir en cualquier momento; con toda mi energía salí corriendo del hotel, perdiéndome entre las calles, finalmente llegue al lugar de encuentro, subí al autobús esperando a que me llevara a mi gran aventura.

El orbe de las hadas ¿Fue ese el segundo destino? Mientras lo observaba atentamente, una mujer de unos 50 o 60 años me relato historias sobre ese árbol, de cómo ya había estado ahí, con su prometido, de la muerte de este; no solo eso, me comentó varias cosas que me sorprendieron, sobre todo de mi... Es extraño, no es la primera vez que un desconocido me dice cosas similares. Seguimos el camino para descansar en un puesto de helados, ahí la conversación se tornó más interesante “¡WOOOOOOW NO PUEDE SER!" Pensé al enterarme que era vecina y amiga de uno de los seres que más admiro, mi amada Anne Rice, le mostré una tarjeta que siempre llevo conmigo, con una inscripción que Anne me había dado; ella sonrió, me ruboricé al escuchar que se le hacia un gesto muy tierno de mi parte.

Después de ese breve descanso partimos a las antiguas tumbas, al círculo de piedra ¡Lo que tanto esperaba! Poder tocar las rocas, sentir la fría y porosa superficie rodeada de musgo, percibir la humedad por todo mi cuerpo, caminar entre la hierba, mirar hacia el horizonte, sintiéndome libre, indomable, trasportada a otro universo; todos mis sentimientos y expectativas fueron saciadas al ver ese paraje añorado, fue como si mágicamente recuperara mis fuerzas, salte a la silla de la bruja, no se cómo pude subir, la leyenda decía que era sumamente difícil y a decir verdad nadie más pudo hacerlo... de un salto baje y me adentre en el circulo, sentándome en su interior y fue entonces cuando me percate que había saltado desde una considerable altura, sin daño alguno (cosa que normalmente no me atrevo a hacer) Fue sin duda  una inolvidable dicha.

Fuimos a “Trim Castle”  nuevamente estuve escabulléndome por lugares; emm... No exactamente permitidos, me llegue a perder en una ocasión, no podía evitar el explorar aquella magnifica estructura y sus alrededores... por ultimo fuimos al pueblo de Galway;  ahí explore con mayor calma la ciudad, sus iglesias, sus templos, sus calle; en realidad no pudimos ver mucho, puesto que era un día festivo y la mayoría de los locales se encontraban cerrados...

Regresamos a Dublin alrededor de las 7 de la tarde. Estaba cansada, pero no quería ir a dormir tan temprano, caminé hasta llegar a un hermoso parque donde me recosté en una roca, junto a un lago ¿Ese fue el tercero? Un muchacho me observaba, estaba con unos amigos, cuando 2 de ellos se retiraban, el joven se quedo observando y tímidamente intento conversar, generalmente corto esos rollos, pero con él era distinto.No percibía “malas intenciones” me dio confianza; conversamos hasta el cierre del parque, intercambiamos números y quedamos de salir otro día.


Al la mañana siguiente, hice de todo, visite un sinfín de esplendido museos, todos con su encanto, desde lo más siniestro a lo más divertido, así como el legendario “Guinness Store House”. Al anochecer lo volví a ver, me relato varias historias sobre magia, duendes, hadas y toda clase de su mitología, realmente conocía su país y eso me agradaba, la conversación no tuvo inicio ni fin, puesto que hablamos de todo mientras recorríamos la belleza de una ciudad nocturna.


Así pasaron los días entre las calles de mi añorada ciudad, será una experiencia que siempre llevare en mis memorias. Por supuesto no solo lo antiguo es hermoso. 

2 comentarios:

  1. Siempre llevaré en mi interior el deseo de conocer Escocia e Irlanda , tomaré nota de estos lugares .

    Besos .

    Toño

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