Me dejas agonizante a la espera de tus labios, asfixiada al no poder susurrar tu nombre,
deseosa de sentirme resguardada entre tu pecho, mientras el calor de tu aliento
baña mis sentidos; anhelante de tu piel, pues ella aprisiona mi esencia;
padeciendo en tu ausencia al sentir la creciente humedad brotando de mi cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario