Eres tan cruel, he rogado que me hagas tuya en la sublime culminación del amar, y tú sigues jugando conmigo, tomándome a tu placer, disfrutando de mi sufrimiento por no tenerte dentro mío, tus labios se adentran en mi sexo y desbordándome en tu lengua no puedo hacer más que gritar, y los gritos se ahogan en gemidos al estar atrapada entre tus brazos, goce y sufrimiento de tenerte y al mismo tiempo de no tenerte.
Breve, intenso y con una fuerza impresionante
ResponderEliminargracias :)
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