Su mirada fría e indiferente me lleno de tristeza, puedo soportar casi cualquier cosa, pero el vacio de su manos, la ausencia de su voz, es un castigo mayor a cualquier otro… intente hacerte rabiar sin conseguir resultados, te insulte de mil modos, sin embargo seguías con la frialdad que me mata, comencé a llora… odie ese momento en que te levantaste, saliste de la habitación sin mirarme, sin decir nada, solo te fuiste como un fantasma y me dejaste sola…
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