“Heat of the moment” Despertamos acompañados de esa melodía,
entrelazados por las sabanas, sonreí y un pequeño beso dio la bienvenida al
nuevo día. Al ducharnos, todo se trasformo en un erótico juego de sensaciones
impuras, mis pezones se encontraban erizados debido al frote de sus dedos,
cerré los ojos, dejándome llevar.
Al salir; el viento luchaba por besar mi piel, pero él se lo
impedía apropiándose de mí. Desayunamos en un pequeño restaurant, saboreando
los patillos con entusiasmo para recuperar la energía “perdida”.
...
El palacio y los jardines de Luxemburgo, la Plaza de Vorges,
la rueda la fortuna y otros fantásticos lugares que quedarán plasmados en mis
recuerdos, todo eso admiramos antes de llegar a la Catedral de Notre-Dame; Ese
lugar lo deseaba especialmente, quería perderme entre historias. Subimos por un
espiral de piedra hasta encontrarnos con la vista de la ciudad, el río Seine
resaltaba desde lo alto, pero ahí, lo que maravillaba la visión eran las majestuosos
monstruos de piedra, protegiendo los secretos de Notre-Dame; la arquitectura
gótica tallada en piedra; el sin fin de cristales que formaba los mosaicos de
los ventanales triangulares; el relampagueante resonar de las campanadas
trasportadoras de sentimientos. Sin pensar o importar nada, volvimos a olvidar
el tiempo enfrascando aquello en besos.
...
Mi entrepierna se encontraba húmeda, más húmeda de lo
habitual, sus manos torturaban mis muslos, sus labios aprisionaban mis pezones,
me aferré a su cabellera, aspirando su aroma tan peculiar, mi rostro se alzaba
cada que sentía el tirar de mis nódulos, un azote producía el incremento de mi
excitación, comencé a rozar su miembro con delicadas caricias circulares o
salvajes movimientos. Esta vez tardé en hacerlo eyacular (quería que
disfrutase); su liquido blanquecino se esparció en mis labios, cuello y manos;
no hicieron falta palabras, su rostro me demostraba lo complacido que se
encontraba con mi trabajo. Recorrí lentamente la cama, alanzando su cuello, succionándolo
hasta dejar mi marca en él; me enamoré de aquel momento. De su mano firme
azotando mis nalgas, de la erizarte sensación de sus uñas, de todo.
...
El recuerdo de las pinturas en el techo, las hermosas
lámparas de cristal, sus manos rozando mis senos en aquel Palacio; por un
instante creímos encontrarnos solo, quizá fue así, quizá alguien nos observó,
no importaba; nos deseábamos, deseábamos nuestro contacto, el percibir nuestro
aliento ganando terreno, sentir el cuerpo arder pidiendo ser explorado.
Las habitaciones adornadas con esculturas pintadas en oro
desaparecieron lentamente entre jardines y fuentes; a su vez, estas
desaparecieron para dar paso a un ambiente lúgubre y sofocante, un ambiente
excepcionalmente “gótico” bajo el subsuelo de París, las catacumbas, pasillos
entrecruzados, extrañamente cálidos, paredes cubiertas de huesos y murallas.
Nuevamente desciende el anochecer...
This was also a very amazing day, the cathedral was unbelievable big and amazingly detailed, everywhere you looked there was something interesting to observe or learn. And the sex, I love when you please me like that, you always get more of that "white liquid" than you expect, and the torture, as I like to call those spanking and whipping sessions, was delightful as well.
ResponderEliminarAnd as always, I love how you narrate everything we did.
With love
-AH
love you :3
EliminarMe encanta tu manera de describir la pasión.
ResponderEliminarBesos
Gracias Marita, la vida seria vacía sin pasión
ResponderEliminarUn abrazo.
Evelyn;
ResponderEliminarMe han encantado los relatos que has escrito, no cabe duda que te la pasaste realmente increíble en esa ciudad.
Un besos
Mil caritas
Vaya que si! Fue una experiencia extraordinaria, mi "sueño de princesa" de cumplió.
EliminarUn beso.