Después del duro castigo solo quiero fundirme en tus brazos, sentir el calor de tu pecho, la reconfortante caricia de tus manos, tu respiración en mi piel.
Después de las lágrimas solo quiero estar a tu lado entre las sabanas que cubren nuestra piel desnuda, cerrar los ojos; sentirme amada y protegida en ti….
Después de la reflexión eterna por mis fechorías, solo quiero sentirte dentro de mi.
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