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miércoles, 22 de mayo de 2013

Querido diario: El profesor (parte 5)


¿Cómo iniciar? ¿Cómo contarte?

En clase me ha preguntado lo que repase ayer en su casa, he pretendido que no recordaba; supongo que no ha sido mi mejor idea, jamás lo vi tan furioso, simplemente me dijo que saliera de clase y lo esperara.

Me pidió explicaciones; no pude responder. (no podía decirle la verdad).

Me encuentro arrepentida, no debí engañarme o engañarlo... eso me ha quedado claro.

Llegue a su casa, tomamos asiento, me sirvió té e inicio algo que aun no entiendo. Me explico mis faltas, me repitió varias veces que entendía a la perfección la situación con mis padres, lo necesitada que estaba por obtener atención, la estúpida rebeldía en la que entre solo por obtenerla; después del regaño, se levanto diciendo con voz firme “reflexiona”. Pasaron 10 minutos y volvió, acerco una silla y sin más me tumbo en sus rodilla; sabía lo que vendría, ya he estado en esa situación cuando mi padre me disciplinaba por mentir o responder, no tardo mucho para subirme mi falda y bajar mis diminutas bragas blancas.

No sabía en que concentrarme, ¿En la vergüenza? ¿En el regaño por mi ropa interior? ¿En la razón principal del castigo? ¿En esa extraña sensación? Lo único que sabía era que no debía huir o protestar, esa lección me la enseñó mi padre junto con su cinto.

Estaba a punto de lloriquear cuando me ordenó levantarme; justo antes de plantarme en el suelo me tomo de la oreja dirigiéndome a una mesa en el comedor, ahí, me reto aun más y fue cuando sentí el calor del cinto, inicié a llorar y resoplar fuertemente, rogaba perdón, un seco “falta mucho” salió de sus labios. “contarás 20”, cuando por fin terminó, me tomo del cabello y me abofeteo “eso es por tu ropa y por tus rabietas, ahora falta castigarte por no aprobar” siguió el regaño un buen rato; tenía miedo, ni mi padre me había castigado tan severamente en tan poco tiempo; sentía el ardor, no resistía...


Me dejo llorando y regresó con una vara.
“Serán 40, justo los que faltaron para que aprobaras” jamás he sentido tanto dolor, nunca me he sentido tan arrepentida, o... ¿Cuidada? Me siento alegre y arrepentida al ver su preocupación ¿Qué será esa extraña sensación?


10 comentarios:

  1. ¡Bien, Excelente, me encantó! Empieza el clímax de la historia, y de muy buena manera. Muchas gracias. Ahora si te viste mas generosa. No vaya a ser que te castiguen por tenernos en ascuas y ser "avara".
    Besos. :*

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    1. jajaja Me encanta mantener en sus pendo :P pero ya era necesario una entrega un poco mas larga y con mayor "acción".

      Un saludo.

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  2. Excelente, la historia va subiendo de intensidad con cada entrega que haces! Sigue así!

    -AH

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  3. Me ha encantado y lo de la ¡¡bofetada!!... Me he imaginado la escena descrita y uff!! Que subidón

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    1. jijiji me alegra que haya cumplido sucometido!!! pues como historia "erótica" que es, tiene ese fin jejeje.
      Un beso.

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  4. Buffffff Sting!
    La historia promete emociones, :)
    Besos.

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    1. Habrá nuevas "temporadas", pues esta casi termina.
      Saludos.

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  5. Mmmmm, cuantas veces , cuaaantas , hemos imaginado eso .

    besoss !!

    Toño

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    1. Jejeje las colegialas y los profesores, una fantasía exquisita!!

      Un Abrazo!!

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