Me sigo reafirmando
como spankee, amo los momentos de riña, la aceptación de la falta, el discurso
previo al castigo, sentir los primeros azotes, la falsa esperanza de que ha
terminado el castigo, el nerviosismo al no saber que vendrá después, el dulce
dolor y el dolor convertido en arrepentimiento, en victoria por tener aquello
que anhelo, sentir los brazos de cariño y ternura, verme al espejo las marcas;
pasar mis manos por la piel rojiza, sentirme orgullosa y tranquila.
Pocas veces en tan pocas palabras se ha expresado tan bien el sentimiento de "ser spankee"
ResponderEliminarMuchas gracias :)
ResponderEliminarsaludos