En este espacio podréis encontrar mi visión sobre el amor, el erotismo y la búsqueda

Made By: EvelynMayfair Copyright © 2013

viernes, 23 de mayo de 2014

Miko Parte I

A mi querido Amel Hartmann en su cumpleaños; Espero que tengas la valentía y  paciencia para alcanzar tus sueños.
Ten un hermoso día. 
Con todo mi amor... 
Evelyn Mayfair.


La tragedia
1500; Honshu Japón...



Fuego, devastación, gritos y rugidos; Akuma Katze “el demonio de fuego” ha resurgido después de 100 años y enfurecido con el sacerdote Takumi Aoyama ha destruido el poblado de Honshu.

Con su último esfuerzo, Takumi se ha levantado junto con sus descendientes, logrando adormecer al demonio, el viento se desplegó en el templo de Honshu, disolviendo a Akuma Katze.


Un eco resuena “No me habéis destruido, y no lograrais hacedlo, juro que me volveré de carne durante la luna roja”.


Aoyama
1610, Honshu, Japón...



La dinastía Hayashi a concebido a su primer varón durante la noche fatídica; la emblemática línea de samuráis a quedado maldecida por la tragedia de hace 100 años; Sin embargo, Kazuma Aoyama, “El sacerdote blanco del templo Honshu”, ha decidido no sacrificar la descendencia de los Hayashi; por ello, dará en matrimonio a su segunda hija, Yumiko, para convertirla en esposa del infante y con ello, sellar sus posibles poderes, erradicando la maldición.


Desde ese día Yumiko fue entrenada como sacerdotisa y esposa de Hayato. 


La familia
1633, Honshu, Japón...


La familia Aoyama ha prosperado gracias al legado ancestral; Kazuma Aoyama “el sacerdote blanco” ha guiado a sus hijos en el camino al que fueron destinados; y cada uno de ellos cumple con diligencia su propósito; Su hijo mayor, Yamato será quien ocupe su lugar, por ello, jamás ha abandonado el templo; Yumiko, su segunda hija, tampoco, pues se entrena como fiel esposa del samurái Hayato quien ahora es un astuto y apuesto guerrero; por otra parte, su hija mayor, Misuki, viaja por todo Japón exorcizando a los demonios más poderosos. Por último, se encuentra Natsuki, su hija menor, cuyo propósito no fu escrito, su padre solo la ha entrenado como sacerdotisa y arquera, con el único fin de ayudar a su hermano en el templo; Con tan solo 16 años, no se le tenía permitido viajar con su hermana por Japón, y no por su corta edad, sino por su falta de disciplina en el antiguo arte del exorcismo. 


El invierno
1633, Honshu, Japón...


Ambas familias se reunieron, solo faltaba un año para consumar el compromiso, Yumiko se encontraba preparada, con 18 años, era una bella mujer, semejante a una diosa invernal; poseía todas las cualidades con las que cualquier samurái soñaba; gracia, inteligencia, una bella voz, dotes para la música, el arte y la cocina. Sin duda era la mujer más apreciada en Honshu.

-Yumiko ¿Has visto a Natsuki? En el establo falta uno de los sementales.
-No padre, desde nuestro regreso no he sabido de ella.
-Esa niña, siempre causando problemas; cuando descubra donde ha estado juro castigarla severamente.
-Descuida padre, iré en su busqueda.
-No Yumiko, se aproxima una tormenta, no debemos desafiar a los dioses.
-Con mayor razón, iré a buscarla.
-Mandaré a tu hermano.
-No, por favor, recuerda que se encuentra meditando, es preciso que nadie interrumpa su entrenamiento o el sello puede destruirse y terribles desgracias le seguirán.
-Entonces iré yo.
-Padre, te lo ruego, te encuentras enfermo y débil, permite que vaya en su búsqueda.
-Si no la encuentras antes de la tormenta, regresa; iremos a buscarla una vez haya terminado.
-Es una promesa.

Yumiko preparó una yegua y partió en búsqueda de su hermana, la obscuridad comía lentamente la senda sin mostrar señal alguna de su Natsuki; el viento comenzó a avanzar con mayor fuerza, el rugido de los dioses se hacía presente, el frio cortaba la piel; una luz se percibía a lo lejos, el humo de una fogata salía de él.

-Natsuki!!!!!! HERMANA!!
-Yumiko! ¿Qué haces aquí?
-Eso debería preguntarlo yo, nuestro padre se encuentra muy molesto.
-¿Debería de sorprenderme?
-Natsuki...
-Perdona; pero el siempre está molesto.
-Eso no es verdad.
-...
-Toma tu caballo, regresemos a casa.
-Pero...
-Se avecina una tormenta, obedece.
-Si.

La tormenta destruyó el camino, con dificultad se podía observar mas allá de unos cuantos pasos, por si fuera poco, la nieve se elevaba más de lo habitual; la yegua de Yumiko cayó de un grieta junto con ella.

-HERMANA!!!!-Gritó Natsuki, mientras bajaba del caballo y corría hacia Yukimo.
-Tranquila, me encuentro bien.
-Déjame ayudarte a levantar.
-Ahh!!
-¿Qué te sucede?
-Creo que me torcí el tobillo y no puedo levantarme, ayuda a la yegua a salir.
-Está bien-dijo tomando las riendas de esta y tirando con fuerza, para lograr sacarla de la grieta.
-Hermana, no es bueno que estés cubierta por tanta nieve, podrías enfermarte-Dijo con la voz entrecortada- ¿Qué haremos? Iré por Yamato
-¡NO! No puedes interrumpir su entrenamiento, recuerda, lo más importante es cumplir con nuestros destinos, tampoco vayas por nuestro padre, se encuentra muy débil.
-¿Qué hare?-Exclamó con desesperación.
-Sujétame en las cuerdas del caballo por la cintura y aproxímame a él.


Natsuki, siguió la orden y con todas sus fuerzas logró sacar a su hermana de la terrible postura en la que se encontraba, tomó las riendas de su caballo obligándolo a recostarse sobre la nieve y así, Yumiko pudo situarse en la espalda de este, para cabalgar hasta el templo. 

El atardecer
1633, Honshu, Japón...


El templo se encontraba en silencio después del desastre nocturno, el sol comenzaba a salir y la pequeña Natsuki, había sido convocada al templo de entrenamiento, un cuarto sencillo con piso de madera y algunos figuras de piedra-

-Natsuki ¿Debo de aclarar por qué te encuentras aquí?
-No.
-Explícalo.
-Le he causado inconvenientes.
-No solo a mí, sino a la seguridad de nuestra dinastía.
-Lo lamento.
-¿Es lo único que puedes decir? Después de faltar a tus lecciones, escapar de casa, provocar el accidente de Yumiko, por el cual se encuentra enferma ¿Realmente no piensas justificar tu irresponsabilidad?
-Mi sentencia está decidida ¿Qué mas podría decir?
-Tu falta de juicio me estremece Natsuki, me encuentro decepcionado.
-Lamento haber causado que mi hermana se lastimara, pero no lamento faltar a mis lecciones, pues no me aportan nada; no huiré de mi castigo, se que lo tengo merecido.
-Yamato, hijo, aproxímate; tú eres mi legitimo heredero, ejecutarás el castigo, desde este momento y en el futuro, te otorgo el completo poder y responsabilidad de este templo.

Yamato se aproximó; odiaba la idea de azotar a su hermana, pero entendía la responsabilidad que le era confiada; así mismo, comprendía la estupidez de los actos de su querida hermana y que estos, no debían salir impunes.

-Desnúdate Natsuki , trae la vara de bambú, entrégamela y colócate en posición.
-Si hermano.

Natsuki se desprendió de su hakama de sacerdotisa, su ropa roja y blanca cayó al suelo, acto segido, salió del dojo, en búsqueda de las varas de bambú que se encontraban el en jardín; dudó un poco antes de escoger alguna, eligió una vara mediana, pues odiaba las pequeñas que hacían cortes en la piel y también las gruesas que dejaban enormes marcas.

-Aquí tienes hermano, disculpa- Al terminar de decir esto hizo una reverencia, le dio la espalda a su hermano, doblo su espalda, sujetándose de las rodillas y esperó.
-Debes de respetar los horarios y reglamento de esta familia, no solo desobedeciste, pusiste en riesgo tu vida y la de Yumiko, te azotaré 50 veces, no pretendas moverte o iniciaré nuevamente.

La vara se elevó y se descargó con furia en los muslos de Natsuki, su cabello negro ahora era una maraña sin orden por el brusco movimiento de su cabeza, el llanto comenzó a los pocos azotes.

-Hermano!! Duele mucho!!- Natsuki estaba acostumbra a que su padre la azotara, pero esta vez, era su hermano quien realizaba la tarea, por lo visto su fuerza era superior a la de su padre.

-Espero que aprendas.
-Juro que no volveré a escaparme de mis deberes, pero por favor detente.
-NATSUKI; calla, debes de afrontar tu errores y aceptar las consecuencias, no nos deshonres.
-Pero...
-Guarda silencio o comenzaré nuevamente- Con esta final advertencia la joven no volvió a protestar, las piernas le temblaban; sus rodillas se flexionaban de vez en cuando, pero siempre intentaba no perder la postura, aún cuando ya no soportaba un solo golpe, sabía que de faltar al respeto al castigo este sería mucho peor, temía a su hermano, pero también lo amaba, y no quería decepcionarlo.

-Hemos terminado-Al escuchar esas palabras, la joven se tiro al suelo rendida y llorosa-Hermana ¿Cómo te atreves?-Inmediatamente Natsuki se incorporó con la poco fuerza que le quedaba y tomando aliento realizó una reverencia pidiendo disculpas-Hermana... Sé que tu cuerpo no resistiría un solo azote mas con la vara, aproxímate-Yamayo abofeteó a su pequeña hermana-Que esto te sirva de lección, no puedes ser irrespetuosa.
-Disculpa hermano- Titubeó con lagrimas en los ojos.

El anochecer 
1633, Honshu, Japón...



Había transcurrido casi un mes, Natsuki se encontraba llorando sobre su cama, no era por el insoportable dolor físico, sino por la muerte de su hermana; la cual, no logró sobrevivir al crudo invierno, todo se encontraba perdido, Yumiko era su única y verdadera hermana; Misuki solo era ausencia, Yamato una figura de autoridad y su padre... bueno, era su padre; sentía que había perdido su alma, su ser más preciado, su protectora; no solo eso, se sentía culpable de su muerte, aunque los espíritus le hubiesen dicho lo contrario. 


El arreglo
1634, Honshu, Japón...



-Escucha, no había otra opción.
-Pero...
-No tienes alternativa.
-¿Quieres que me case con un hombre al que odio?
-No lo conoces.
-Claro que lo conozco, es arrogante, engreído y un supuesto demonio.
-Es un samurái perteneciente a un respetable linaje, igual que esta familia.
-Es un sucio hombre.
-Es educado, apuesto, un excelente guerrero.
-Es viejo.
-Solo 7 años mayor.
-Demasiado viejo.
-Hazlo por tu difunta hermana.
-No, no puedo... No tengo la habilidad como sacerdotisa, ni me interesa intentarlo, tampoco pretendo ser una esposa, no sé nada; solo quiero quedarme en el templo contigo o viajar con Misuki.
-No discutiré mas el tema, la familia Hayashi, te ha aceptado.
-No me importa.
-Deja de ser tan infantil y cumple tu responsabilidad.
-No lo es.
-No lo era, ahora lo es, tienes suerte que el padre de Hayato te aceptara como prometida después de todo lo sucedido, te casaras con Hayato en un año.
-Prefiero morir.

Una bofetada impacto en la mejilla de la joven.

-NATSUKI; no digas tontería, la muerte de tu hermana no será en vano, cumplirás con su papel, lo quieras o no, no pienso dejarte arruinar el nombre de esta familia

-Hermano...



2 comentarios:

  1. My dear,

    I loved the story. I do not consider myself to be masochist, but I listened to the audio anyway and it was great, you should do more stuff like this :)

    Thank you for your birthday wishes.

    I love you too ;)

    -AH

    ResponderEliminar
  2. I don't know; I erase the audio. If you want to listen again, you can have the link.
    Maybe.... someday I try again.
    Hope you enjoy your day.
    Love you. XOXO.

    ResponderEliminar