Es una filia, que consiste en la adoración de pies (verlos,
tocarlos, olerlos, degustarlos, acariciarlos); mayoritariamente vista en hombres sumisos.
Dentro del BDSM el fetichista disfruta de castigar o ser castigado en los pies.
Se dice que la podofilia inicio en China, en el siglo XI,
con la emperatriz Taki, quien había nacido con una malformación congénita en
los pies (dejándolos muy pequeños); por lo que el emperador dictó que para que
una mujer fuera aristócrata y hermosa, debía tener los pies pequeños; desde
entonces la realeza China inició a vendar los pies de las recién nacidas, con
la finalidad de deformarlos reduciendo su tamaño. Esta práctica fue exclusiva de la aristocracia, pues las
campesinas no podían “darse el lujo” de deformar sus pie, porque esto les
impedía trabajar la tierra.
Tanto en China cono en Japón, la podofilia es una práctica
muy importante dentro del acto sexual, pues a menudo el coito inicia a trevés de
caricias en los pies; las cuales están arraigadas en la tendencia de la
“Reflexología”, en donde el pie se relaciona con otras partes del cuerpo,
pudiendo activar (desde los pies) áreas erógenas que harán más placentero el
acto sexual.
Sin embargo (en mi opinión) la teoría Freudiana tiene un
mejor origen sobre esta filia.
La teoría se basa en que las primeras partes del cuerpo
observadas son en las que se desarrollará atracción sexual; en el caso de un
niño introvertido/sumiso, lo primero con lo que se encontrará serán los pies,
pues mira hacia el suelo (cuando le hablan o reprimen) y esto provoca un estado
inconsciente del cual, desarrollará fetichismo.