En este espacio podréis encontrar mi visión sobre el amor, el erotismo y la búsqueda

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lunes, 31 de marzo de 2014

Marcas de locura

Fotografía por: Evelyn Mayfair 

Mis manos se encuentran marcadas de negro, tinta que impregno en el papel, dejando navegar mi cuerpo en la porosa superficie, imaginando un cálido respirar que pretendo poseer, corrompiendo su blancura para marcarla en locura.

viernes, 28 de marzo de 2014

Llamado a las musas

Dibujo por: Evelyn Mayfair 

Hijas de Zeus, el padre supremo; hijas de Mnemosie, la madre del recuerdo; sobrinas de Kronos el creador del tiempo; decidme porque me besa el miedo, decídeme si mi destino es Alejandría, decidme si mi alma de tinta se consumirá en fuego.

lunes, 24 de marzo de 2014

Elena y Crysta parte III

Fotografía por: wo16c-photographie
Modelo: Forbidden-Rose

Estaba recostada en el sofá. No podías levantarte, aun estabas atada a la cama.

-Hazme algo o déjame ir.

-Prepotente la niña.

-Tú fuiste la que me dejó así; yo te hable de manera respetuosa.

-Solo en palabras ¿Crees que caeré fácilmente en tu juego de poder? Estás muy equivocada, dices algo y tu mirada refleja otra cosa; no me divertiré contigo hasta que ambas partes concuerden.

-¿A qué te refieres?- Sonreí.

-A que me pertenecerás.

Reíste; me observaste, cerraste los ojos.

-Sé muy bien que esperabas un castigo de mi parte por ese comentario, mas no te lo mereces.

Me levanté bruscamente, mi postura era más dominante de lo habitual; mi mirada penetró de tal forma en ti que solo pudiste desviarla; me acerqué a ti, desaté las cuerdas, ordenándote con mis manos que volvieras a estar boca arriba.

Coloqué las cuerdas en la nueva postura, puse un par de pinzas en tus pezones rosados y un diminuto vibrador entre tus piernas, sujete con otras cuerdas ambos muslos para que el pequeño instrumento no cayera y sin embargo que no se encontrara dentro tuyo.

Mi fusta se paseaba por tu abdomen o movía las pinzas.

-¿No que no merecía un castigo?

-Esto no es un castigo, pequeña rebelde.

-¿Entonces me premias por mi comportamiento?- No respondí.

Tomé una de las velas alzándola por encima de tus pechos-¿Te gusta la cera?- asentiste con la cabeza- Perfecto - Dejé caer una sola gota y volví a dejar el vaso de cristal en su sitio.

Me senté nuevamente en el sofá donde podía apreciar tus movimientos; tus piernas tratando de adentrar el vibrador, sin ningún resultado, tu mirada que a veces se clavada en mí, para posteriormente ser desviado por timidez o quizá intimidación.

Que vista tan esplendida, ver tu cuerpo salvaje ir perdiendo la cordura, sumida en la desesperación.

-Quieres azotarme, lo veo en tu rostro- No hubo respuesta de mi parte- Me deseas- Nuevamente, el silencio te respondió.

Tu desesperación incrementó y una lágrima recorrió tu rostro, esa imagen la tendré grabada para siempre.

-¿Estas lista?- Pregunte con suavidad.

Tus ojos apenas podían mirarme, tu cuerpo aunque tenso, se había rendido, tus palabras se trasformaron y hablaron como quería, y esta vez tus ojos no desafiaron a los míos.

-Muy bien.

Desaté las cuerdas (todas ellas), retiré el vibrador de tus piernas; tomé en flogger sentándome sobre ti; tome tu cuello, apretándolo con fuerza, pero sin cortar tu respiración. No te atrevías a abrir tus ojos; esa fue la confirmación que esperaba; azoté tus pechos con el flogger. 

Dejando tu cuello, descendí a tu palpitante hendidura y en ese momento te hice mía.

El juego de placer era sublime, mi anhelo por el momento era real, había destruido tu orgullo y te doblegaste ante mí, ante mis caricias, ante mi mandato, ante mis deseos; solo eras el objeto de mis fantasías, y disfrutabas con ello... Así seria mientras nos encontráramos en esa habitación.


¿Lo demás? Lo dejaré a tu imaginación. 

miércoles, 19 de marzo de 2014

Elena y Crysta parte II

Fotografía por: Lux Profundi 
https://www.facebook.com/luxprofundi
Modelo: Fobidden-Rose

Me alejé de ti, tomando un objeto de la diminuta mesa en donde se encontraban todos los juguetes.

Con mi mano derecha retiré la venda de tus ojos y cuando los abriste te mostré aquel dildo.

-¿Lo quieres?

-Si, por favor.

-Nuevamente sin modales, eres incorregible pequeña.

Me incliné para besarte, sin embargo no lo hice, solo jugué contigo, amaba la forma en la que hacías lo posible por acercarte a mí, como abrías tus labios, invitándome a entrar; sujeté tu cabello haciendo que me miraras directamente a los ojos, tu carita me dejaba sin aliento, que bella e indefensa; sentí compasión y te besé rápidamente con mis labios cerrados.

Te di mi mano; la besaste apasionadamente  hasta que la retire, llevándola a otras partes de tu ser.

-Levanta bien tus caderas- Así lo hiciste y yo coloqué dos almohadones grandes debajo de ellas.

Me abalancé en tus piernas, quería mantenerte inmovilizada, la vista era espectacular, tu culo apenas rosado, tu espalda roja completamente y tu brillante hendidura lograron excitarme.

Pellizqué tus labios, tus gritos solo lograron conseguirte mayor sufrimiento; mi lengua probó tus jugos una y otra vez; mientras tu hendidura palpitaba con mayor intensidad.

-Por favor – gemiste- Por favor, lo necesito.

No presté atención, sabía a lo que te referías, deseabas tenerme dentro tuyo; anhelabas tener aquel dildo en ti... 

-No lo conseguirías fácilmente-Pensé. y seguí ignorando tus suplicas. 

Cuando tus gritos me satisfacían lo suficiente adentraba uno o dos dedos en ti, los movía brusca o suavemente mientras los giraba para causar distintas sensaciones, pero no permanecía en ti mas de unos segundos, no; mi placer era tortúrate con el tuyo.

-Te lo suplico, ya no lo soporto – una sonrisa maliciosa surgió en mí.

Acerqué el dildo y cuando lo sentiste gemiste suplicante.

-Si, si, si, por favor, te lo suplico, necesito alcanzar el clímax.

Introduje la punta de aquel juguete y presencié como apretabas tu cuerpo, estabas a punto de alcanzar el orgasmo, eras completamente mía; pero no era suficiente, no me hablabas con respeto, sabía que si introducía aquel objeto tendrías un orgasmo inmediatamente y eso no lo permitiría.

Adentré el dildo un poco más, para posteriormente sacarlo, repetí esta tarea varias veces, cada que lo sacaba intentabas persuadirme con bellos comentarios, pero buscaba llevar tu castigo al máximo nivel de placer.

Deje el dildo de lado y humedecí mi dedo índice en ti, para meterlo en otro sitio.

-Aaaaay!- gritaste al sentir mi dedo en tu ano.

-No te has comportado como me complace.

-Pero he hecho todo cuanto has querido.

-No mientas.

-¿Qué quieres de mi?

-Es una pena que debas preguntar cosas tan obvias- dije fríamente adentrándome más en ti, solo para causarte esa incomoda y deliciosa sensación- Empecemos por eso exactamente ¿Cómo es posible que te atrevas a hablarme con tanta familiaridad?

-Disculpa- un fuerte azote cayó en tu culo –Disculpe-corregiste.

-Eso está mejor.

Tu cabeza se giró, desafiante, tu rebeldía iniciaba a apreciarse, no está en tu naturaleza humillarte o dar poder a alguien; solo buscas tu placer y cuando se trata de dar respeto a alguien inmediatamente tu juego cambia. No te reprendí por aquella osadía, me entretenían tus falsas esperanzas, creías que sería como los demás, mas estabas muy equivocada.

Lograría que te sometieras, lograría que me suplicaras y humillaras ante mí...



Ahora has leído mis deseos; te encuentras húmeda, no intentes negarlo ¿Qué pretendes hacer?

lunes, 17 de marzo de 2014

¿La sensación? Por: Anónimo


Por un momento creo tenerte a mi lado, mas vuelvo a la realidad de tu ausencia; dándome cuanta cuanto te extraño, cuanto añoro tenerte a mi lado para escucharte decir tu monologo dominador, para obligarme decir que soy tuya, para que tortures mi cuerpo al negarme el tuyo; entre las líneas de tus escritos recuerdo lo que tanto me dices, lo que deseas para los dos, quiero que seas tú quien me entrene para convertirme en una mejor persona, en una mejor “sumisa”, quiero que me castigues aun que mi rebeldía innata lo impida, quiero mantener la mirada gacha al solo escuchar tu nombre. 

viernes, 14 de marzo de 2014

Escritores Eróticos: Lucinda Carrington


No se mucho sobre la autora, solo que vive en Londres y que ha escrito 4 novelas eróticas.

Libro Representativo: “Los noventa días de Genevieve”.

La historia se basa en Genevive (una publicista) y James Sinclair (un rico empresario), el cual desea poseer a Genevive, Es una historia centrada en el “BDSM”.
Es un libro parecido a “50 sombras grey” y a mi parecer no tiene tan buena narrativa.

Link de descarga:

Fracción del libro “Los noventas días de Genevieve”

miércoles, 12 de marzo de 2014

Elena y Crysta parte I

Fotografía por: www.wp.foto.de
modelo: Forbídden-Rose

Apareciste tú; orgullosa, prepotente, ambiciosa y me atrevo a decir, desleal. La lealtad es algo prioritario para mí; sin embargo, nada en ti me indicaba que lo fueses.

¿Cómo pude involucrarme? No tenias nada especial, no para mí; o al menos eso pensé... tu cuerpo rompe con los estereotipos sociales; eso me gusta, eres hermosa; salvaje.

El solo pensarte aflora mi lado sadista; quisiera educarte; enseñarte humildad y lealtad. Deseo escucharte gemir suplicante... me transformo en una mocosa egoísta al fantasear contigo; quiero poseerte, pretendo que solo te fijes en mi, entregada a mi mandato.

Se bien cómo hacerlo, resulta sumamente sencillo; pero no pretendo atormentarte. ¡Vaya! No se si me importas tanto como para no permitirme jugar contigo, o si es solo mi retorcida moral con un capricho. Sea como sea; entré a la habitación, te encontrabas a mi merced...

Las velas formaban una línea sobre la repisa de madera, la sutil fragancia del jazmín y la vainilla emanaba de ellas; mientras el espejo refractaba su dulce luz.

La pieza central eras tú; desnuda sobre las negras sabanas de satín; vendada con un lazo rojo, del mismo color de tus labios, solo las cuerdas de algodón restringían los movimientos de tus brazos (pues se encontraban sujetas en la cabecera).

 - Crysta-susurre en tu oído.

Te estremeciste  mordiendo tu labio inferior.

-Que gesto tan adorable- pensé.

Me coloque encima de ti, permitiendo que me sintieras, mi cabello cayó sobre tus pechos, mi boca se encontraba a centímetros de ti; podíamos sentir la calidez de nuestro respirar, te roce con mis labios, abriste la boca para recibir mi beso, mas no pretendía darte semejante privilegio, no... deberías ganarlo. Las yemas de mis dedos pasearon por tu tersa piel, apreté levemente tus pezones, escuchando como tratabas de sofocar el dulce sonido de tus gemidos.

Baje por tus muslos; olí tu fragancia, y abriendo mis labios mordí la parte interior de tus muslos, succionándolo con fuerza, como si quisiera devorar todo tu ser; mi mano izquierda jugaba en tu monte, no me adentre en ti, simplemente desperté tu pasión, torturándote con el deseo.

-Uuhhmmm- no hice caso de tus quejas y seguí mordisqueando tus muslos y piernas.

Suavemente me retire. Ahora sujetaba las cuerdas; te guié con mis manos a otra postura, quería destrozar tu espalda.

-No te muevas- ordené con voz baja, pero firme.

Diste un leve salto al sentir la fría y punzante sensación, el objeto metálico creaba finas líneas en tu cuerpo.

-Shhh... no te muevas, a menos que quieras que te lastime ¿Sabes que es este delicioso objeto?

-No.

-Adivina.

-¿Un pinwheel?

-Parece que aun no reconoces los objetos que me causan placer, eso está muy mal ¿No crees? –No respondiste; con una sonrisa continúe- Es una hermosa daga querida.

Hiciste un esfuerzo por voltear y ver, mas te tome bruscamente del cabello, manteniéndote en posición.

-No sirve de nada que me desafíes moviéndote; de todas maneras no podrás ver nada; se que ahora tienes miedo, eso me gusta... lo repetiré una vez más; no te muevas.

Aplicaba la presión justa para causarte miedo y placer, la suficiente para dejar mis amadas marcas sin causarte daño o herida.

Después de unos minutos toda tu espalda se encontraba exquisita, deje a un lado mi preciado objeto de tortura y tome otro, un flogger de cuero con el que inicie a azotarte.
Te mecías por la cama, intentando huir de mi mano, lanzando leves gritos que poco a poco incrementaron su volumen. Al terminar con mi labor, apreté mis uñas contra tu piel y con movimientos serpenteantes descendí a tu culo; se encontraba blanco, sin una sola pincelada de color.

-Esto no puede quedarse así.-Inicié a acariciarte suavemente, noté como tu piel se erizaba y como tu vulva adquiría un tono brillante, a causa de la humedad que palpitabas.

-¿Quieres que haga algo por saciar tu pasión?

-Si.

-¿A caso no te han enseñado modales?

-Disculpe, Si, se lo agradecería.

-Eso no basta-dije metiendo la mitad de mi dedo índice en tu vagina y sacándolo inmediatamente.



¿Lo comprendes ahora?

lunes, 10 de marzo de 2014

Tinte Rojizo

Decepción e inspiración; hace un año pretendíamos (mi manada) realizar un proyecto “Tinte Rojizo”; compramos un dominio e iniciamos a programar y diseñar el sitio, la idea era informar a los nuevos integrantes del medio las formas menos riesgosas de hacer ciertas actividades.

Le proyecto, “murió” antes de comenzar, por falta de tiempo, diferentes expectativas; en resumen, distintos objetivos.

Sin embargo; deseo dar a conocer parte de lo que pretendíamos crear, principalmente porque me interesa la seguridad física y psicológica de los practicantes.

No soy diseñadora ni programadora web, por lo que los artículos y archivos serán burdos, pero os aseguro que tendrán información relevante, bien referenciada.

Al ser una sola participante (espero que se unan mas con el tiempo) subiré un articulo por mes, y al cabo de varios artículos mensuales, publicaré una recopilación de los mismos.
No busco, algo económico en esto, aunque se perfectamente que podría beneficiarme...lo único que pido es: Si pretendéis hablar, referenciar o descargar mis artículos, denme el crédito correspondiente por tomare la molestia de escribirlos.


Sin más, me despido, y presento a mi compañero informativo.
Larry El Gatito Bisexual 

viernes, 7 de marzo de 2014

La espera Por: Rebeca García

Ayer supe que hoy sería un día muy diferente, un día que cambiaría mi vida, para siempre… no pude dormir en casi toda la noche en tan solo pensar en lo que podría pasar, tenía muchos nervios, si, eran ellos; los nervios, pues no me dejaban conciliar el sueño, sentía como diversas emociones recorrían todo mi cuerpo, hasta que de pronto después de tanto fantasear mire hacia la pared vi el reloj y solo faltaban quince minutos para las tres de mañana, entonces me di cuenta de  que ya era muy tarde, así que cerré mis ojos, me relaje y me enfoque en que todo saldría bien… finalmente así fue como pude dormir después de tantas horas.


Al otro día que desperté me quede un rato en la cama, acostada boca arriba y solo miraba el techo color lila de mi cuarto, si, solo eso miraba, mi mente estaba totalmente en blanco, me encontraba ida, en trance,  no supe cuanto tiempo paso, ni que fue lo que paso, pero me sentía muy bien, demasiado relajada, ese tiempo fue único, pero sabía que tenía que levantarme y me di cuenta de que mi cuerpo se sentía diferente, tenía sensaciones raras, si, tenía esa sensación de gritar, de sacar esa adrenalina que se encontraba dentro de mi ser; a decir verdad me sentía excelente; bella, sensual y con un ego fascinante, después de eso salí de mi cuarto y fui directamente a la cocina a servirme una taza de café si, ahí me encontraba yo; sentada en el comedor mirando la lluvia a través del vidrio de la ventana, la mañana me pareció eterna, solo quería que el tiempo pasara rápidamente, ya quería verlo, conocerlo, saber cómo era… hasta que finalmente la mañana termino y los sentí de nuevo a ellos; los nervios, pero no, ellos no serían más fuertes que yo, sabía que este ya era el momento, nada tendría que ponerme mal, lo tenía que conocer, mirarlo, sentirlo, pues desde hace mucho tiempo había esperado este momento, definitivamente yo ya no quería que hubiese marcha atrás, no sabía qué era lo que me esperaba, lo único que sabía es que este era un mundo nuevo para mí, un mundo donde me esperaban muchas aventuras, grandes experiencias y por supuesto nuevas amistades.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Sentimientos “aftercare”


Me senté a tus pies esperando tu caricia,
esperando que me reconfortaras con un beso, con tu dulce mirada y al sentirme resguardada entre tus brazos limpie mi pena, transformada en gotas saladas que resbalan por mi piel. Me quede sollozando en ti, hasta que el cansancio se apodero completamente de mi; deslizándome por tu cuerpo, recostada sobre tu pecho, entre en el placentero sueño.

lunes, 3 de marzo de 2014

Dulce poder de sumisión


Un juego de poder y placer; se acercan los instantes... estaremos solos, alejados del ruido y multitud, viajaremos hasta encontrar esa linda habitación; en donde una vez cerrada la puerta, dará comienzo a nuestras salvajes aventuras.